Es por ello que aseveramos que sólo aceptando estos puntos del pliego
petitorio se desprestigiará. ¿Y por qué lo aseveramos?
Por que la UNAM siempre tendrá la misma fuerza académica
que ha tenido desde su fundación hace más de un siglo. Tendrá
buenos y excelentes profesores, alumnos de excelencia académica,
premios nacionales e internacionales, excelentes investigadores de alto
nivel, etc.. Claro, también habrán estudiantes de medio y
bajo nivel académico, profesores papanatas, malos investigadores
y gente no destacada, como siempre lo ha habido, pero esto hasta en todas
las escuelas existe, en las Universidades Privadas, en las del extranjero,
etc. ¿Por qué? Porque los miembros de una sociedad estudiantil
(estudiantes, profesores, investigadores, premios, etc.) serán igual
de excelentes o igual de malos estén en la UNAM, en el Poli, en
la UIC, en La Salle, en la UNITEC, en la UAM, en la UAEM, en Yale, en Harvard,
o en la Escuela en que se les pegue la gana estar.
Quienes van a desprestigiar a nuestra máxima casa de estudios, a
parte de los medios informativos o del CGH, van a ser todas esos empresarios
que le cierren las puertas a los egresados de la UNAM, ¿por qué
nos cierran las puertas? No lo sé exactamente, pero me supongo que
por que cuando fueron estudiantes eran ricachones y tuvieron una educación
de chavo snop, de chavo fresa, y, como los egresados de la UNAM a su criterio
no estudian prefieren no darles empleo.
Y qué otras personas desprestigiarán a la UNAM, aquella sociedad
mexicana que no sepa que la UNAM existe desde los inicios de esta Colonia
Española, que antes era demasiado privada y sólo estudiantes
de la alta sociedad y de excelencia académica podían estudiar
en ella, que a inicios de éste siglo se le dio autonomía
y se hizo pública para educar hasta el más pobre mexicano,
que de ahí, se fundaron escuelas y facultades, que contamos con
una gran aglomeración educativa en el Sur de la Ciudad, que poseemos
14 planteles de bachillerato (9 de la ENP y 5 del CCH), varias unidades
multidisciplinarias (ENEP’S), varios Institutos de Investigación
de Alto Nivel incluyendo un Observatorio astronómico, la única
supercomputadora del país, varios museos (incluyendo el UNIVERSUM,
que todo estudiante de primaria, secundaria, Prepa o universidad conoce),
el Centro Cultural Universitario, diversos auditorios, el Colegio de San
Ildefonso, alumnos premiados a nivel nacional e internacional, y otras
muchas cosas. Y a quién se las debemos, a todos esos fundadores
de la autonomía de ésta institución educativa tan
importante, a José Vazconcelos, a Augusto Comte, en fin, a todos
aquellos que pensaron en educar y llevar la cultura a todo el pueblo de
México. Con aquella frase característica de la UNAM, “si
el pueblo no va a la escuela, la escuela tiene que ir al pueblo”.
Creo que toda persona que se considere poseedor o conocedor de la cultura
ha estado alguna vez en su vida sentado en el Anfiteatro Simón Bolívar
escuchando música de cámara, o en la Sala Nezahualcóyotl
apreciando la danza, o la música, o en otros tantos lugares que
la UNAM abre al público general con el único objetivo de
entretener y llevar la cultura al pueblo.
Así pues, que esas personas, se encarguen de desprestigiar a la
UNAM cuando sepan su historia, su fuerza y su nivel educativo, de enseñanza,
de difusión de la cultura y de investigación.
El FENP P9 ha pensado; desde su establecimiento el 10 de octubre del presente,
que para que un profesor enseñe, sólo es necesario un pizarrón,
una tiza, disciplina y voluntad de educar, y, que para que un estudiante
aprenda, sólo es necesario un cuaderno, una pluma, un buen libro
o en su defecto biblioteca, disciplina y voluntad de aprender y de ser
educado. Claro, cuándo haya recursos, se pueden gastar en materiales
didácticos, más libros, computadoras, redes de Internet,
cuyo único objetivo es mejorar el aprendizaje y apoyar la forma
de enseñar. Éste era el objetivo primordial y racional del
aumento de cuotas.